No fumo. No tomo. No visito a nadie (ni nadie me visita). No paseo. No tengo mujer ni voy de putas. Soy un poeta blasfemo, un desconsiderado silente y salvaje, rencoroso e impúdico. Un hombre de suerte furiosa y demencial. Soy un lenguaraz que desperdicia lo mejor de su escritura. Vivo para no morir porque la muerte es un silencio
como nunca oí.